Cuidad de la Veracruz

Census Number
26
Date
1580
Year
1580
Book: Start
309
Book: VOLUME
5
Recipient Place: Lat/Long Simplified
40.352, 4.0852
Recipient
Recipient Place
Languages
Place: PROVINCE
Place: Region
Place: State/Town

19.17373, -96.134213

Raw 2: Conqueror or Discoverer of Province
En cuanto al segundo capítulo, se responde que, según se colige de las historias deste reino, y de la tradición y fama pública que hay en él, la primera entrada que en esta provincia hicieron los españoles fue a cerca de los años del Señor de 1519, siendo su capitán general Hernando Cortés, el cual fue prosiguiendo el descubrimiento que hiso y otros aquí han hecho de las pro­ vincias de Yucatán y Tabasco. Corriendo la costa desta Nueva Espa­ ña más hacia el norte, vino a tomar puerto en el sitio que ahora se dice Villa Rica la Vieja, y allí salió en tierra con toda su gente y fundó un pueblo en la costa de la mar, a menos de media legua del agua, a quien llamó la Villa Rica de la Vera Cruz, por haber dado fondo en aquel puerto y tomado tierra en viernes santo. El cual pueblo se fundó a obra de diez leguas de donde ahora está fundada la ciudad de la Veracruz, hacia la parte del norte, y sir­ vió de puerto y escala para los navios que a este reino venían duran­ te el tiempo de su conquista, y algunos días más; pero, visto que era pequeño puerto y poco seguro para los navios por la fuerza grande de los nortes a que estaba descubierto, los cuales vientos en esta costa son muy ordinarios y vehementísimos, como se dirá en el capítulo tres, se dio orden como los navios fuesen a surgir al Puerto de San Juan de Ulúa, por lo cual los vecinos de la. Villa Rica de la Vera Cruz se pasaron a vivir y poblar en el sitio que está ahora esta ciudad, por gozar de la comodidad que este río les ofrecía para traer a él, en barcas, las mercaderías y carga de las naos. Lo cual, entendido por los españoles que tenían poblado a Medellín ribera de un buen río que está de San Juan de Ulúa tres leguas a la banda del sur, quisieron estorbar la nueva fundación de la Veracruz y persuadir que la descarga de las naos se hiciese en su pueblo, pues tenían para ello río tan acomodado como el nues tro. Pero, entendiéndose que los vientos con que la descarga se había de hacer, que son levantes o brisas, son más acomodados para la venida y entrada deste rio de la Veracruz, que no del otro, y por haber dende aquí mejor camino y más fácil para México y para los demás pueblos principales del reino, se resolvieron en que de ambos pueblos se hiciese uno, y éste se edificase en el sitio en que ahora está, que fue todo lo cerca que fue posible de la boca del río, no atendiendo tanto al saludable sitio y comodidad de los habitadores, como al buen aviamiento y despacho de las flotas y mercadurías. A esta poblazón en que, como digo, se resumieron estos dos pueblos de españoles, conviene a saber la Villa Rica y Medellín, dio la majestad del Emperador nuestro señor, que está en el cielo, título y nombre de ciudad, y otras muchas liber­ tades y privilegios. Y esto es, en breve, lo que toca a la fundación y nombré desta ciudad, que fue el fundamento y primera piedra que en el edificio destos grandes y felicísimos reinos se puso.
Raw 3: Climate
En lo que toca al tercero capítulo, se responde que, satisfa­ ciendo por su orden a tres cosas que en el capítulo se piden, se dice al primero, de la cualidad y natural templanza desta tierra, que en general esta comarca es caliente y húmeda notablemente, de lo cual resulta ser malsana y aparejada de suyo para enfermedades pútridas y peligrosas. A lo cual ayuda no poco ser las aguas, común­ mente aquí, por el estío y parte del otoño, porque comienza; de ordinario a llover en esta; tierra desde mediado mayo, poco más o menos, y llueve, casi ordinariamente hasta el fin de septiembre, con mucha vehemencia y continuación; aunque algunos años comien­ zan las aguas más o menos tarde que Otros y llueve más o menos reciamente y con más o menos continuidad, de manera que no se puede dar regla general en esto, que sea común a todos los años, más de que, los cinco meses que digo, es lo más Ordinario llover y, algunas veces, con mucha fuerza y violencia. A lo demás, de los vientos se responde que, en esta comarca y tierra de la Veracruz, vientan en diversos tiempos del año los cuatro principales vientos del aguja, o sus colaterales, guardando cierta regla y orden; aunque no tan infalible y cierta, que no suceda muchas veces lo contrario. Pero lo general y más común es que, dende que el sol entra en el primero grado de Libra, que es casi a los trece de septiembre, y hace el equinoccio autumnal hasta que, en llegando al primero grado de Aries, hace el equinoccio ver­nal, que es casi ;a once de marzo, són muy continuos en esta tierra y mares desta costa, los vientos boreales que llamamos nortes, los cuales suelen sopilar con tánta fuerza y violen­ cia, que no se puede con palabras encarecer. Y aunque no vientan los sobrédichos nortes los seis meses que digo incesantemente, son tan ordinarios y acometen de repente con tanto ímpetu, que siem­pre se vive con cuidado y recelo, por no haber hora segura de su miedo. Y, ansí, le llaman vulgarmente a estos seis meses “el tiempo de los nortes”, por ventar tan ordinariamente el norte y sus dos colaterales, que los marineros llaman nordeste y noroeste, aunque algunos días corren otros vientos; pero, lo más común y ordinario, es lo que digo en este tiempo. Durante los méses de marzo y abril y mayo, suelen ventar aquí los vientos austros, que el vulgo llama sures, y especialmente los surestes, que algunas veces suelen soplar con fuerza, pero, lo común, es ventar con mucha blandura y poca vehemencia. Y lo que resta del año, hasta septiembre, que dijimos ser el tiempo de las aguas, suelen ordinariamente correr los vientos levantes que aquí suelen llamar lestes, especialmente el lesnordeste, que es en esta tierra la ordinaria virazón en tiempo de bonanza. Porque, siempre que no sopla algún viento forzoso de los sobredichos, suele comenzar a ventar, casi infaliblemente, el viento leste o lesnordeste, en esta tierra poco antes de medio día, con cuya presencia y refrigerio se puede llevar la inclemencia y rigor del sol en el estío, que de otra manera, no se pudiera vivir en el sitio que esta ciudad está. Los vientos favonios u occidentales, que el Vulgo suele llamar oestes, vientan aquí por las mañanas, algunas horas antes que ama­nezca, y duran hasta la hora de tercia, al modo hebreo, que es cuando va ya el sol tomando alguna fuerza. Y esto es cómún a todo el año, salvo si sopla poderosamente y con tormenta alguno de los vientos que habernos dicho, y especialmente el norte, que, entonces, a ninguno deja ventar un solo punto. Y ansí, aunque siempre son ordinarios, como digo, los oestes por la mañana, lo son más en tiempo de verano y estío, cuando suele en esta tierra ordinariamente llover; porque, de la frescura y humedad de la tie­ rra, se levantan aquellos vahajes y vientecicos frescos que, porque vienen de sobre la tierra, los llaman aquí proprísimamehte los mari­ neros "terrales”. Pero casi nunca vientan con fuerza ni duran más de lo que digo, que es hasta que el calor del sol va tomando fuer­za. Y esto es lo que más ordinariamente acontece en esta comarca de la Veracruz en lo que toca a los vientos, aunque no es regla tan general y precisa, y aunque no sea de todo punto infalible.
Raw 4: Geography
A lo que el cuarto capítulo pide se responde que, aunque en los términos y territorio desta ciudad hay algunos pedazos de tierra doblada y algunas matas espesas de árboles, que aquí llaman vulgarmente arcabucos, en lo general y más común, es tierra llana, sin haber en ella monte ni sierra notablemente alta. Y en lo que toca a las aguas, digo que hay en esta comarca mucha cantidad de ríos amenísimos, de muy frescas y deleitosas riberas de muy extremada agua dulce, y extrañamente abundantes de infinita cantidad de muy buenos pescados. Los cuales ríos, regando por varias partes con infinitas vueltas la tierra, la hacen en extremo agradable a la vista y fértilísima. Porque, demás del río desta ciu­dad que los indios llaman ihmitzilapan, a quien los españoles, llamaron al principio Rio de Canoas y ahora llaman en toda la tie­rra Rio de la Veracruz por ser éste el principal pueblo que hay en su ribera, y que, siendo de más que mediana grandeza, es uno de los más deleitosos y de más lindas aguas que se saben en el Nuevo Mundo, tiene ésta ciudad, una legua della a la banda del norte, un caudaloso no que se dice Chachalaca, de muy lindas aguas y riberas, y muy abundante de pescado; y, otra leguas más al norte, está el rio que dicen de Cempoala, también caudaloso y gran­ de. Los cuales dichos ríos, naciendo en la sierro que dicen Newda, que está veinte y cinco leguas de aquí hacia el poniente, riegan toda la tierra llana que está entre la sierra ya dicha y la mar, mediante otros muchos ríos pequeños que se le juntan, con que en tan poco espacio, se hacen caudalosos; los cuales tienen, en sus riberas y corrientes, fértilísimos campos y hermosísimas dehesas, y sabanas, en que se apacienta de ordinario un número infinito de ganado mayor y menor, como diremos en su lugar. De la banda del sur o, por decir mejor, del sudoeste, tiene está ciudad muchos ríos, lagunas y esteros muy grandes y llenos de pescados, en cuyas riberas hay gran suma de estancias de vacas y yeguas; porque, demás del caudaloso y notable Rio de Medellin que, habiendo bajado de lás propias sierras qüe ya dijimos, entra en la mar a siete leguas desta ciudad, cuyas aguas y pescados son tan alabados, tiene esta ciudad otros tres ríos de menos importancia que entran en la mar a dos y a tres leguas della, yendo hacia San Juan de Tulúa, nacidos de grandes lagunas y esteros que éri el término desta ciudad hay hacia aquella parte. Fuera de los cuales, vienen entrar en el río desta ciudad, junto y enfrente della, un muy grande y notable estero de muy profunda y extraña hondura, en quien vienen ya juntos siete ríos no pequeños, nacidos a diez y a cloce leguas desta ciudad, que por diversos caminos se vienen todos a juntar poco antes de llegar a ella, habiendo primero regado con varias vueltas los términos y dehesas desta comarca, y dado de sí úna agradable y hermosísima muestra. Porque, como queda dicho, es por la mayor parte tierra llana y, de cualquier lugar alto, se ve con grandísimo contento la hermosura de las aguas que, por varias diversaspartes, atraviesan regando abundantísimamente la tierra y causando en ella una frescura y verdor perpetuo, de manera qué siempre goza de úna constante y perpetua primavera; de lo cual se sigue ser esta comarca de la Veracruz tan fértil y abun­ dante de pastos, que, en poco más de siete leguas a la redonda, se apacientan de ordinario más de ciento y cincuenta mil cabezas de ganado mayor, entre vacas y yeguas, sin contar la innumerable cantidad de ganado menor, que baja cada año a invernar a esta comarca, de las provincias de Tlaxcala, y Cholula y otras partes, siendo esta tierra, en este particular, la Extremadura destos reinos y reparo de las provincias vecinas en esta necesidad de los pastos. En lo que toca a los mantenimientos y frutos, tiene esta ciudad carne en grandísima abundancia, como habernos dicho. De su cosecha de pan, se provee de la ciudad de los Ángeles, y de los valles de Atlixco y San Pablo, lugares fértilísimos y muy abundantes, lo cual se hace, en mucha abundancia y con mucha facilidad, por vía de los muchos carros y recuas que aquí acuden por razón de las mercaderías y despachos de las flotas, los cuales tienen obligación de traer bastimentos a la ciudad, para ir aviados y que les dejen sacar carga. Con el cual miedo, está siempre esta ciudad tan abasta­ da de harina y de maíz, como si de su cosecha lo tuviera én mucha abundancia. De los demás frutos qué en esta tierra se dan, se dirá, respon­ diendo a los capítulos veinte y dos, veinte y tres y Veinte y cuatro, cuando lo pidan.
Raw 5: Native Population
En lo que toca al quinto capítulo, que trata de la cantidád y calidad de los indios desta comarca, se responde brevemente por haber poco que decir en ésta parte; porque, según consta por la tradición dé los antiguos vecinos desta tierra, al tiempo que los españoles entraron én ella, había, dentro de seis leguas a la redonda desta ciudad, muchos lugares y poblazones grandes de indios, los cuales han venidó én tanta disminución, que muchos dellos se han despoblado de tódb punto, sin quedar rastro dellos ni más memoria que solos los nombres, y otros tienen ahora tan poca vecindad y gente, que, para lo que fueron antes, es lástima de ver el extrem y poquedad a que han venido. Porque Cempóala, un lugar famo­so y de los primeros que acudieron a la amistad y buen acogimiento de los españoles, que está á dos leguas a la Véracruz hacia la banda del norte, fue, según es fama, pueblo de veinte mil vecinos, y ahora apenas tiene treinta casas; y el pueblo que llamamos la Rin­conada, a quién los indios llaman Itzcalpan, cinco leguas al poniente desta ciudad, fue poblazón principal de más de diez mil indios, y ahora no tiene cincuenta casas. Y, desta manera, hay en el territorio desta ciudad otros muchos pueblos qué ahora no tienen sino a doce o quince casas, qué está a menos de una legua hacia él poniente, y Espiche está cinco léguás al sudeste, y Cotaxtla, que ejftá otro tanto casi en el mismo paraje, etcétera. Los cuales pueblos se dice qué están poblados de gente desterrada y detenida en estas fronteras por fuerza, por mandado de los señores y príncipes mexi­ canos, conocida lá maliéia y mal temple de la tierra, y que se con serva mál en ella la gente. Y ánsí, la lengua que sé hablaba y habla hoy día en estos lugares que están én pie, es la misma cortesana de Méxícópque es la méjor y más universal de muchas que se hablan en esté reino. Y, para seguridad de los forzados y quietud desta tierra, se dice que tenían los señores mexicanos dos presidios y fortalezas con guarnición y gente de guerra que eran Cótaxtui, de quien ya dijimos que está ya casi despoblado y cae a cinco leguas de aquí, y á tres del puebló dé Sari Juan de Ulúa, y el otro era Otopa, que está a ocho leguas desta ciudad, a la banda del noroeste, que, siendo también pueblo grande y de mucha vecin­dad, está hoy casi despoblado. De manera que ha sido muy notable la quiebra y falta que en los indios desta comarca ha habido después que los españoles seño­ rearon la tierra, y cada día se van deshaciendo las poblazones y jun­ tándose los indios de dos lugares, y tres, en uno, para se acompa­ ñar y conservar mejor; de manera que no:se puede esperar sino una total ruina y acabamiento de los que quedan. Porque, sin que ocasión particular se entienda, mas de la mala templanza general e inclemencia desta tierra, y de la miserable plaga de los mosquitos que hay en ella, se han apocado los indios de la manera que habernos dicho. Y, en lo que toca a la lengua, es la misma que la de México, por la razón arriba referida. En lo que se pregunta de las inclinaciones y manera de vivir, no hay cosa notable que decir, porque, como sori pocos y pobres, viven miserablemente, sin dar muestra notable de ingenió ni habilidad señalada; solamente que son, los varones especialicente, inclinados al vino mucho más de lo que es razón, por ser flacos de cerebro y, con poca cantidad, hacer mucho» séntimiento.
Raw 6: Elevation
En lo que toca al sexto capítulo: Está la ciudad de la Veracruz situada puntualmente en diecinueve grados escasos de altura boreal, de lo cual se sigue que, estando otro tanto de la línea equinoccial, está cuatro grados dentro de la tórrida zona y del Trópico de Cancro; por lo cual tenemos aquí, dos veces en el ano, el sol sobre la cabeza por cénit, de tal manera que, a medio día, nos hiere perpendicularmente, sin hacer sombra a ninguna parte la una vez acontece en nueve de junio, y, la otra, en dieci­siete del mismo mes.
Raw 7: Distance to Spanish Settlement
Al séptimo capítulo, se dice que está la Veracruz, de la ciudad de México, donde el excelentísimo virrey y Real Audien­cia residen, a sesenta y seis leguas ordinarias de Castilla. Camínase, yendo de la Veracruz a México aunque el camino hace algunas vueltas, hacia el poniente, por el rumbo y viaje que los marineros llaman oessudueste, y es mucha parte deste camino cues­ ta arriba, por tierras dobladas y montuosas; aunque hay, también, algunos llanos y tierras yermas.
Raw 9: Origins and Founding Details of Locations
A lo que el noveno capítulo pide, se respondió en el pri­ mero, y, en lo que toca a la cantidad de los yecinos, tendrá esta ciudad poco más o menos de ciento y cuarenta; pero son muchos los bastimentos y gente, ansí de la mar como de la tierra, que en ella de ordinario residen, por razón del comercio y contratación grande que, de todas las partes, hay siempre en esta ciudad.
Raw 10: Painting/Map of Place
En lo que toca al décimo capítulo, que pide lo que hay que saber de los sitios desta ciudad, lo que pasa es que está asentada en un pequeño valle, mucho más largo que ancho; lugar, por su naturaleza y por el particular sitio que tiene, húmedo en mucho exceso, porque, demás de le pasar por los cimientos de las casas el río sobre que está fundada, la ciudad está, por la banda de levan­ te y del norte, rodeada de montes y espesos arcabucos, y ceñida de un collado que la priva e impide el regalo y refrigerio de los vientos que de aquella parte soplan, que pudieran corregir la natu ral malicia y destemplanza del sitio; y, por las bandas dél sur y del poniente, que es por donde la ciñe el río, está descubierta y sujeta a los vientos que de aquellas partes soplan, que aquí son muy perjudiciales por venir sobre la tierra, que; está sobre hacia aquella parte llena de lagunas, ríos y esteros, y otros lugares húme­ dos y cenagosos, de que se levantan de ordinario vapores gruesos y podridos que los dichos vientos traen consigo sobre la ciudad, de que se siguen no pequeños inconvenientes a los que en ella residen. Ansí que, en este pequeño valle, rodeado, .como digo, por las bandas de levante y del norte del collado y arcabucos sobre dichos, y, por las del poniente y sur casi, del propio río, está la ciudad de la Veracruz fundada a forma de arco, cuya cuerda es el río puesto a la larga de punta a punta, por ser el valle, como habernos.dicho, mucho más largo que ancho.
Raw 16: Geography of Location and Local Names for Geography
Lo que hay que decir a este capítulo es lo mismo que queda dicho atrás al capítulo décimo.
Raw 17: Health of Land
Al decimoséptimo capítulo, se dice que el sitio y puesto desta ciudad es natúralmente malsano, por muchas y fuertes razo­ nes que para concúrren; porque, demás de estar, como habernos dicho, situada la ciudad ieñ lugar declive y bajo y de su natura leza húmedo, y abrigado de los vientos saludables y descubierto a ios insalubres y malsanos; ayuda mucho a esto el excesivo calor que la mayor parte del año aquí hace, ansí por estar;fcomo habe­ rnos dicho, tan debajo de la tórrida zona y en tan poca altura de polo, y herir por esta causa el sol a este lugar con rayos tan fuertes y derechos, como por estar plantado en un arenal y tener cerca, hacia la parte de la mar, muchos médanos y cerros de arena muerta, sin árbol ni yerba niriguna, dónde, hiriendo el sol con la vehemencia que digo, reverbera con grande fuerza y levanta muchas exhala­ ciones y vapores calientes, con que enciende y abrasa esta ínfima región del aire que llamamos ambiente, de tal manera, que muchas veces abrasa notabilísimamente. Con el cual calor excesivo, hierve la sangre y se acrecienta la colera notablemente; la cual destem­ planza caliente, juntándose con las humedades y lluvias, que en esta tierra son frecuentísimas todo el estío y parte del otoño, son causa manifiesta y clara de que aquí se engendren muchas enfer­ medades peligrosas causadas de corrupción de humores, por ser, como es, la destemplanza caliente y húmeda manifiesta ocasión de las tales enfermedades y de las fiebres pútridas, qué aquí suelen ser muy ordinarias. A las cuales indisposiciones nos ayuda poco el viento sur y sudeste a quien la ciudad está descubierta y que suele ventar por los dichos tiempos, el cual, siendo de suyo malsano y mucho peor en este lugar y sitio, como habernos dicho, no solamente enflaquece y debilita notablemente las fuerzas y virtudes natura­ les, pero desata los humores y los podrece, especialmentecuando, junto con las aguas y calor del estío, acierta a ventar. De todo lo cual, resulta ser el sitio desta ciudad tan enfermo como digo por ser, en universal y particular, este puesto caliente y húmedo a pre­ dominio, la cual destemplanza; según el parecer de los médicos, es la más enemiga y contraria a la salud de todas. Con lo cual se junta, para hacer destemplado y malsano este lugar, otra razón no menos universal y poderosa que la dicha, y es la desigualdad y poca firmeza que los tiempos aquí tienen, y las ordi narias mudanzas que cada día hacen, de lo que se alteran Ibis cuerpos notabilísimamente. Porque es cosa muy de notar lo que pasa en este caso: porque casi nunca se verán dos días que se conformen en la templanza y cualidad, sino que, de una hora a otra; hace el tiempo extrañas mudanzas, pasándose de tino a otro extremo, sin haber en nada igualdad ni medio, haciendo ahora notable frío digo, conforme a la general templanza de la tierra, y, luego, calor exce­ sivo; de ahí a un poco, una calina terrible, y, luego, un viento y tormenta recísima. La cual desorden y desconcierto tienen los mé­ dicos por muy perjudicial a la salud humana y, por sola ellá, es el otoño juzgado por tiempo más peligroso de los demás. Y, ansí, la Veracruz es enferma y poco saludable en todo tiempo; como lo suelen ser otras provincias y pueblos en el otoño, a cuya templanza y naturaleza se:parece mucho la de esta ciudad, a lo menos en la inconstancia y poca firmeza de los tiempos. Y, si no me engaño, ayuda también a que el sitio desta ciudad sea malsano el haber muchos más días, entre año, añublados y óscuros, que claros y serenos; porque, ansí los nortes como las aguás, nos privan con las nubes de la vista y claridad del sol, que es el que, con su virtud y rayos, enmienda y corrige los vapores y exhala­ ciones, que en este lugar son más podridos y pestilenciales que en otras partes, por las razones que atrás habernos referido.
Raw 19: Rivers
A lo que en el decimonono capítulo se pide, se respondió en parte en lo que arriba dijimos al cuarto artículo. Y lo que, ade más, hay que decir, es que este río sobre que está la Veracruz fundada, a quien los iridios llaman Huitzilapani tienede las más cimas, mejores y más saludables aguas que se pueden hallar en el mundo, por concurrir en él muchas calidades que son de grande importancia para la hacer muy aventajada. Porque; demás de tener sn corriente hacia el nacimiento del sol, baja con mucho ímpetud, despeñándose por partes agrias y pedregosas, hasta llegar cerca desta ciudad, donde se ensancha y hace:amenísimo, y navegable y muy acomodado para la descarga y aviámiento de tantos navios como, de todas partes; acuden a todos estos reinos; cuya única y principal entrada para todas las mercaderías y riquezas que en ellos entran y salen, es la boca y barra deste río; la cual, aunque no es capaz de los navios y naos gruesas que Vienen de España, recibe con mucha facilidad navios de cincuenta y de sesenta toneladas, con los cuales se cargan y descargan las grandes flotas y armadas que todos;los años vienen, a estos reinos, de los de España y de otras partes. Hay en este río de la Veracruz una de las más notables cosas del mundo, y de más provecho y utilidad para los vecinos desta ciudad, y es que todos los años, infaliblemente a la entrada:del invierno, cuando los vientos nortes comienzan ya a tomar fuerza, que es a los fines de octubre y principió de noviembre, baja por el dicho río una cantidad increíble de pescado, a¡quien los indios llaman, y, los españoles “bobos”, que es uno dé los buenos y regalados pescados que hay en este reino. Los cuales acuden a desovar a la boca del río, adonde el agua salada se mezcla Con la dulce, en tan increíble cantidad y tantos y tan grandes escuadrones, que es cosa maravillosa y de grandísimo contentamiento de ver, y dé que los vecinos desta ciudad sacan pequeña riqueza. Y sacan sin comparación mucha más, si quisiesen acudir con un poco de más cuidado a ello, porqué, entre cuatro o cinco personas que se quieren valer desta granjeria, suelen matar, en un día o poco más, omás tiempo, qué dura la bajada del pescado, tres o cuatro mil arrobas dello, que, salado, se distribuye por todo el rei­ no, y es tenido en mucha estimación, como la Cosa más regalada que de la mar se les puede llevar. Sin los cuales, es cosa increíble la mucha cantidad de pescado que, después de muerto, se pierde por no se poder beneficiar ni poner en cobro, aunque acuda mucha gente a ello; demás dé lo que se deja de matar, por no haber, como digo, quien acuda a esta granjeria que, en otras partes, se tuviera por principal comodidad y entretenimiento de la gente del pueblo. Demás desta pesquería ya dicha, que es una de las más notables del mundo, hay en este río otras muchas arribazones de pescado, de que se mata mucha cantidad, especialmente de robalos, pescado muy estimado y de muchos regalos, y que, salado, se distribuye por todo el reino, y, en mucha suma, de escabeches que a todas partes .de aquí se envían, ansí dé los pescados ya dichos, cómo de muy regalados pámpanos y corcovados, de que hay muchos en este río, así como de gordas, lizas y escamosas mojarras, y otros muchos pes­ cados que en este río se hallan, de que, no solamente gozan los ve cinos desta ciudad y de todo este reino, pero se proveen y sustentan las flotas y armadas que a él vienen de los reinos de España y de otras partes.
Raw 22: Wild Trees
El vigésimo segundo capítulo pide qué árboles silvestres hay en esta comarca y de qué provecho son, ansí en la fruta como en la madera. A lo cual se responde que, en el territorio desta ciu­dad, se hallan muchos árboles silvestres de mucho provecho y uti­ lidad, ansí para los edificios de las casas, como para labrar y reparar todo género de navios grandes y pequeños, entre los cuáles los cedros tienen el primer lugar; por ser árboles altísimos y muy derechos y de grande duración, y muy acomodados para hacer de ellos las mejores vigas y tablazón que hay en él mundo. Hay, también, mucha cantidad de morales y de otros árboles que se llaman, en lengua de los naturales, quacuahuitles, de los cuales se saca madera inmortal e incorruptible, acomodadísima para la ligazón y trabazón de cualquier género de navios, y para pilares de casas y otras cosas;que requieran fortaleza. Y hay otros árboles grandes, a quien llaman los naturales tenéxquahuitl y los españoles “árbo­les de la madera blanca”, que súele servir para muchas cosas, y principalmente para hacer carretas, de que en esta tierra, por ser llana y haber muchos bueyes, se sirven mucho. Y hay otro árbol grande, y también de fortísima madera y muy útil para donde es menester mucho vigor y fuerza, que se dice mamey, y hacen della calceses para los ¡muy grandes navios, y suelen llevar a España vigas de mucho valor para los lagares de vino y aceite, tan grandes y hermosas, que causan: grande admiración. Y otros árboles hay también en esta comarca, que tienen muy buena madera para muchas ¿osas ordinarias, como son los que dicen chicozapotes, aguacates.y limazapotes, y otro que dicen zapote prieto, y otros que dicen ‘‘de la madera amarilla”, y otros de menos importancia, como sauces y guayabos, étcétera. Algunos de los árboles sobredichos, aunque sonsilvestres, pro­ducen muchas y muy hermosas frutas; de que con grande gusto y aceptación sé usa en ésta tierra, como son los aguacates, los chico zapotes, los mameyes, las anonas, y otras frutas tan delicadas y de tanto regaló, que pueden competir con las inuy•estimadas y rega­ladas de Europa.
Raw 23: Domestic Trees
Los árboles de cultura desta tierra, como son los plátanos y árboles deí calor¡ se cultivan en este territorio en pequeña can­tidad, aunfquees tierra muy acomodada para ellos, por la falta de los naturales indios, qué, como queda dicho atrás, se ván perdiendo; pero, de la fruta de los árboles silvestres, hay, como habernos dicho, mucha y muy buena fruta, que quita en mucha parte el deseo de la de España. Danse también extremadamente en esta tierra los cocos dé Guinea, traídos aquí Cabo Verde. Y no parece contra razón, por ser especie de palma, de, que en toda esta comarca hay increíble abundancia; aunque, en lugar de los dátiles qúe suelen producir, llevan acá un cierto fruto en racimos; qué aquí llaman regularmente coyoles, de los cuales lleva tanto cada racimo; qué pasan de ochocientos, y aun mas. De los árboles y frutales traídos dé España, solamentehallo que sevden bien aquí granados, e higueras y párras de varias suertes, cuya fruta es en extremo buena; pero duran los árboles tan poco, que casi nadie trata de los cultivar ni beneficiar, porque al tercero o cuarto año se pierden de todo punto. Y debe ser la causa qué, cómo el calor en ésta tierra es excesivo y la humedad tan grande;cómo habismos dicho, cuácense las raíces destos árbo­ es, que son de su naturaleza delicados. Y ansí, nadie quiere per­ der el tiéiripoven su beneficio, ansí por esto, como porque, de poco más que quince leguas de aquí, se provee esta ciudad destas y otras muchas frutas muy buenas de España, demás de tener, en el territorio desta ciudad, muy sabrosas y regaladas frutas de la tierra que mitigan notablemente el deseo. De España, solamente los naranjos y árboles todos de su género, como son limones, limas, cidras y toronjas, se dan aquí en grandí­sima abundancia, y producen sus frutos de manera que más pare­cen árboles naturales y propietarios, que extranjeros y advene­dizos; porque es inmensa la cantidad que destos árboles, con pequeño beneficio, se crían en esta tierra, los cuales llevan la mejor fruta de su género que se puede en el mundo desear. Y no solamente las huertas y jardines están llenos destos árboles, pero, en los campos, los hay cargados de fruta todo el año en gran abundancia. De los granos y semillas de la tierra, se cogen solamente en el territorio desta ciudad frijoles, aunque en poca cantidad, y maíz, que es el general pan y sustento de los indios naturales y de los esclavos negros desta tierra, demás de ser el único bastimento de los caballos y muías, y otras bestias de carga y servicio, del cual se coge mucha cantidad en esta comarca de póco tiempo a esta parte; aunque es poco, en respecto de lo mucho qué se cogería si se diesen a lo sembrar y beneficiar, por ser tierra en extremo acomodada para ello. Porque acuden tan dé veras las sementeras desta semilla, que lo ordinario que aquí se coge es a más de cien fanegas por una, y esto es lo menos, que suelen, a veces, subir de ciento y cincuenta fanegas por cada una que se siembre. De las hortalizas y verduras, hay en esta ciudad grande abun­ dancia, en muchas huertas que tiene dentro y muy cerca de él Espécialmente, hay aquí hermosísimas lechugas, y rábanos y muy buenas colesde todas suertes, éspecialmente de las Cerradas que se dicen repollos, y nabos, acelgas y muy hermosas zanahorias. Demás desto, hay en esta ciudad, y en los lugares de su comarca, muy excelentes melones, pepinos, cohombros, y melones de agua que regularmente llamamos sandías; todo lo cual se hace aquí tan bueno y en su punto, que se puede comparar con lo muy bueno de España.
Raw 25: Food Crops from Spain
Aunque en término desta ciudad hay muy buenas tie rras, gruesas y excelentes, y en quien concurren todas aquellas cosas que en lasibuenas tierras se requieren para ser fértiles y se poder en ellas isembrar trigo y poner viñas, no se ha visto que hasta ahora se hayan dado a ello, porque, demás de ser la gente desta ciudad ocupada en otras granjerias y no atender a la labran­za, deben también de temer que no se saldrá con ello con la pros­ peridad y facilidad que la bondad de la tierra promete, por la razón de la diversidad de los tiempos del año, por ser aquí el tiempo de las muchas aguas en el estío, que es la sazón y cosecha de los trigos. Pero, por experiencia, no se sabe hasta ahora que sea esta tierra inútil para trigo, porque nunca, se ha tratado de hacer la prueba. Y no faltan personas entendidas que afirman que, si se sembrase a buena coyuntura, que se saldrpja con ello; pero, al fin; hasta ahora no se ha hecho la prueba, y, ansí, en esta comarca no hay nada desto, ni de todo lo demás que el capítulo pide.
Raw 26: Medicines
Aunque, por no haber indios, como digo, de quien se pue­ dan haber sabido y se conozcan, no se tiene noticia que haya en esta ciudad, ni en sus térniinbs, las plantas aromáticas y yerbas medicinales por quien el capítulo pregunta, todavía se hallan y nacen en ella algunas medicinas purgantes que, usando déllas cómo se debe, suelen háber admirables efectos, como son los piñones purgativos, la yerba dé la playa, lá simiente del cardillo, el beju­ quillo, etcétera, y otras.
Raw 27: Animals
De los animales bravos y campesinos, se hallan en el terri­ torio desta ciudad algunos, aunque en poca cantidad y poco feroces. Hay algunos leones pequeños y tigres; hay, también, otro animal, del tamaño y parecer de un pequeño podenco, que se dice coyote, el cual suele hacer aquí el daño en los ganados meno­ res y desarmados que los lobos en España, y aun se les parece en cierta manera en los aullidos; hay, también, otro animal morités que se dice zorrillo, porque realmente se parece a nues tjras zorras mucho, aunque es más pequeño, el cual es muy cono­ cido en esta tierra por el pestilencial olor que sale de su orina, con que inficiona el aire doquiera que se halla, de manera que no se puede sufrir sin mucha pesadumbre de los que se hallan a un buen trecho de donde el dicho animalejo orina. Hay, también, otros animales más pequeños, que se dicen ardillas, fuera de los cuales hay mucha cantidad de venados, cone­ jos y puercos monteses, menores que los jabalíes de España y dife­ rentes en una cosa notable, y es que tienen el ombligo en el espi­ nazo, el cual cortan luego que le matan los cazadores,porque con increíble brevedad se corrompe si esto no se hace. Hay otro ani mjalejo del tamaño de un mediano gato, que, por su disposición, llaman armado, el cual está cubierto de unas láminas fortísimas hechas a forma y modo de corazas, con las cuales se cubre y mete debajo dellas para su defensa, el cual es cosa muy notable de ver, por el artificio grande de las láminas con que está cubierto. Otro animalejo hay también en está tierra, cuya propiedad es admi­ rable y rarísima, el cual a ninguna cosa parece tanto como a hurón, el cual pare de seis a ocho hijuelos que, naturalmente, parecen cuando chiquitos ratoncillos. Y tiene el vientre y pecho abierto, de manera que le tiene hecho bolsa, en que mete a sus hijuelos y anda con ellos de acá para acullá con admirable lige­ reza, y, cuando quieren mamar, salen de la dicha bolsa, y toman la teta como ratoncillos o gazapos. Que ésta es una de las más admirables cosas y más de ver que se pueden imaginar en el mundo. Hay también, en el término desta ciudad, en los ríos y lagu­ nas della, mucha cantidad de volatería, especialmente muchas dife­ rencias de patos de:agua, y gran suma de garzas blancas y pardas, y muchos ánades. Hay, también, muchas codornices y cantidad grande de las gallinas de la tierra, monteses, que en España llaman pavos, y muchos tordos, a manera de los estorninos del Andalucía. Suelen también venir, de hacia la Florida y tierras frías, a invernar a esta comarca, gran suma de palomas torcaces y otras aves de paso, corno son gavilanes, azores, gerifaltes y otrasaves deste jaez, que vienten, como digo, a tiempos, en mucha cantidad.
Raw 30: Salt
Lo que hay que saber en lo de las salinas es que, nueve leguas desta ciudad a la banda del norte, junto al sitio donde se fundó primero esta ciudad, que ahora dicen Villa Rica la Vieja, está una laguna tan cerca de la mar, que, en tiempo de las aguas, crece y se comunica con la mar; pero, llegado el tiempo de la seca, que es cuando vientan los nortes, se ciega y tapa la boca de manera que se queda sin llegar a la mar. En el cual dicho tiempo de la seca, se puede sacar fácilmente de la dicha laguna, como se ha sacado algunas veces, grandísima cantidad de muy buena sal y muy blanca, de que todo este reino se podría bastecer en mucha abundancia. Pero no se da la gente desta tierra al beneficio de la dicha sal, por venir todos los años a este puerto, de la provincia de Yucatán, en las barcas y navios deste trato, mucha más cantidad de la que toda esta provincia ha menester, y con mucho menor gasto y costa que se hiciera en el beneficio de la que aquí se podría hacer, por la falta que hay de indios en esta tierra y Valerios negros que se habían de ocupar en ello tan caros.
Raw 31: Architecture
La forma y edificio de las casas desta ciudad es de la misma manera que se edifica en España, de calicanto, como dicen, y ladrillo y tapiería, porque hay de todos los materiales muy buen recaudo, y de vigas y tablazón, de cedro y pino, para los enmadera mientos. Las mezclas se hacen de cal y arena, que lo hay muy bueno en ésta ciudad y su comarca; aunque, por tener los oficiales a la arena deste río por poco jugosa y más seca de lo que conviene, acostumbran mezclar alguna tierra en las mezclas que, de cal y arena, se hacen. La cubierta de las casas principales es de teja; ansí de la que se hace en esta ciudad, como de la que se trae por la mar de la provincia de Coatzacualco; pero, en general, las casas ordinarias están cubiertas de cierto género de ripia, o tablillas del­ gadas, que el vulgo llama aquí tejamanil, de que se trae grande abundancia a esta ciudad de la tierra de México.
Raw 32: Fortresses
En el territorio desta ciudad no hay otra fortaleza, ni aun sitio notablemente fuerte que se le haya hasta ahora advertido, si no es la fortaleza del Puerto de San Juan de Ulúa, la cual, ayu­dada del sitio inexpugnable que tiene, y de la fortificación que por mandado dé su Majestad se le va haciendo, será una de las más fuertes cosas que hay en el mundo y que, con mediana defensa, será inexpugnable.
Raw 33: Farms
Los españoles que en esta ciudad residen, todos tienen dependencia de las flotas que, de ordinario, a este puerto Vienen, porque la gente desta ciudad solamente se ocupa en recibir y bene­ ficiar las mercaderías que de España vienen para estos reinos, y; en proveer y despachar las flotas y navios que aquí acuden; de tal manera que, si la contratación y descarga de los navios pon algún caso perece, no se podría de ninguna manera conservar esta ciudad un solo punto, porque, de una manera u otra, todos están ocupados en lo que digo, sin tener otro género de entreteni­ miento.
Raw 34: Diocese
Aunque la voz común desta tierra es que ésta ciudad de la Veracruz está nombrada por cabeza de obispado y catedral que tiene su diócesis por sí, no hemos visto, hasta ahora, en ella obis­ pado; y ansí, se acude con los negocios espirituales, y reconoce por cabeza en esto, a la ciudad de los Angeles, que está de aquí a cua­ renta y dos leguas, donde reside el obispíode Tlaxcala; a quien toca, por cercanía, el espiritual cuidado y gobierno desta tierra.
Raw 35 : Churches
Hay, en esta ciudad; sola una iglesia parroquial, en que hay dos curas beneficiados. No hay cósa en ella señalada, de las que pregunta el capítulo.
Raw 36: Monasteries and Convents
Hay un monasterio de frailes dela orden dé San Francisco, y vase haciendo otro dé la Compañía de Jesús, los cuales, ambos, se han hecho y hacen de solas lás limosnas dél pueblo, sin que persona alguna particular haya sido notable fundador de nin­ guno dellos. Hay otra iglesia, de la devoción de Nuestra Señora de Conso­lación, muy grande y nueva, y con sitio bástante para fundar un monasterio, como dicen que está señalado pará monasterio y religiosos dé la orden de Santo Domingo, cuyo es el sitio e iglesia. En cuyo defecto, el obispo provee en esta iglesia un capellán, que dice de ordinario misa en ella, con suficiente estipendio; iglesia que, también, se paga de la limosna ordinaria del pueblo.
Raw 37: Hospitals, Colleges
Hay, demás de lo dicho en esta ciudad, un hospital, dichó con mucha razón de la Caridad, porque en él se curan y regalan de ordinario una increíble suma de pobres enfermos, ansí de la mar como de la tierra; pero, principalmente, de Jos que vienen en las naos y se ocupan en la carga y descarga de los navios, de los cuales, pocos o no, ninguno escapa sin caer malo. De cuya causa, se hallan siempre en esta casa mucha cantidad de enfermos, que parece cosa milagrosa poderse sustentar sin tener el hospital más renta que las Ordinarias limosnas dél pueblo a lo cual ayudan también las naos que a este puerto vienen, considerando el notable beneficio y reparo que hallan en esta casa. La cual se instituyó y fundó por los vecinos desta ciudad, movidos de piedad y misericordia, viendo la gran necesidad que de semejante cosa en esta ciudad había, ansí por ser, como habernos dicho, de su naturaleza malsana, como por la mucha gente pobre y sin remedio que a ella acude.
Raw 38: Seafaring
La mar que alcanza la comarca desta ciudad es costa bravia y peligrosa, mayormente en tiempo de invierno, conviene a saber, desde septiembre hasta todo marzo, por razón de los nortes que, en esta costa, vientan vehementísimamente en este tiempo. Y no hay abrigo contra este viento en muchas leguas de costa para navios de algún porte, por ser las barras de los ríos todas de poca agua y fondo, y quebrar la mar afuera con tanta fuerza, cuando hay viento, que no hay fuerzas humanas que puedan resistirle. Y ansí, aunque la costa es limpia, se ha de várar, con tormenta, en tierra; porque, sustentarse sobre las anclas a fuerza de cables, no es menos difícil que peligroso. Ansí que, esta costa, por este tiempo, es una de las más tormentosas y peligrosas del mundo.
Raw 40: Tide
En lo que toca a las mareas y crecimientos del agua, no se puede'dar en esta costa regla fija, por no guardar aquí las mareas en el orden que en España suelen. Porque se ve claramente en este gólfete que está entre la Villa Rica y las sierras de San Martín, que es el que tiene casi en medió al Puertó de San Juan de Ulúa, no guardar ninguna orden lasmareas salvo qiie, a las conjunciones y llenos de la luha, hace algjunja muestra de más cre cimiento, al que Iós marineros llaman “cabeza de agua”. Suele también, a veces, crecér y menguar la mar aquí nótabilísimamente y muy fuera de su ordinario, ett lo cual no se ha observado hasta ahora orden ni concierto, mas de que, cuando se echaron los fun­ damentos a la fortaleza de San Juan de Ulúa, se advirtió que la mar hacía estadía notable y menguaba en mucho exceso en los meses de diciembre y agosto, y aun esto sin guardar respeto nota­ ble a la luna.
Raw 43: Port Capacity
Tiene este Puerto de San Juan de tílúa dos entradas, la una, por la banda del norte, y la otra, por la banda del sudoeste. Las cuales, ambas, son angostas y que cogen la isla enmedio, vinien­ do a parar al puerto, en la figura de unos zaragüelles. La canal que dicen “del norte”, que deja a la entrada la isla a la mano izquierda, es la mejor entrada que el puerto tiene, en la cual hay solamente cinco brazas, o poco más, de agua; y en la otra canal hay menos, porque son cuatro brazas solamente, o poco más. Y es menester entrar con mucho tiento y destreza, por ser las canales angostas y de poco fondo, y reventar mucho la mar cerca de ellas.
Raw 45: Entrances and Exits to Location & the Winds
El puerto, como está dicho, mira al sur casi derecha­ mente y, ansí, se puede entrar a él por las dos canales que dijimos con todos los vientos del aguja, salvo sur y sudoeste; y ansí se Sale de la misma manera con todos los vientos, aunque navios grandes no podrán salir con nordeste ni norte, por razón de los bajos arreci­ fes que hay a la bandadel sudoeste.
Raw 46: Firewood, Fresh Water, Supplies
En los ocho meses del año, tiene este puerto muy buena ,comodidad de agua, de un arroyo bastante que entra en la mar. por frente de las naos, el cual nace de una laguna que está a des tiros de arcabuz, a poco más, de la mar, de la que, cuando fal­ ta al arroyo, se provee el puerto y las armadas de agua, que es en el tiempo de los nortes, que no llueve, y deja de correr el arroyo. Es esta agua algo gruesa, pero dulce y muy buena, y para la mar excelentísima porque, mientras más navega, mejor se pone. De leña, se proveen de las naos que aquí se echan al través, que siempre bastan para esto. Y, cuando faltasen, se pueden proveer del monte que dicen de Carneros, que está enfrente y a vista del puer to, a obra de un cuarto de legua. En lo demás, es tierra, la de cerca del puerto, yerma, y sin refresco ni regalos, si no es lleva­ dos de la Veracruz y otras partes.
Raw 47: Islands
Hay en esta costa, hacia la banda del sur desta ciudad, algu­ nas isletas pequeñas y despobladas, de las cuales diremos lo que hubiere que notar. La primera y más principal; de, todas es la de San Juan de Ulúa, que está a cinco leguas de aquí, donde habernos dicho que está el puerto y escala de los navios, que vienen a este reino, y la fortaleza y reparo desta tierra. La cual isla es toda un placer, como habernos dicho, que tendrá una legua de punta a punta, y todo lo que está poblado en ella se ha levantado y terra­ plenado a mano, porque lo demás es anegadizo y lo baña la mar. Desta isla de San Juan de Ulúa hacia el sureste, a legua y media, está una isleta alta en que hay algunos árboles y yerbas, que se dice Sacrificios, en la cual dicen que los indios venían and guamente a sacrificar, y a hacer sus ritos y gentilidades, como a lugar sagrado y de gran veneración. Hay en ella, ahora, algunas muestras de haber sido poblado, por haber unos paredones viejos, qué dicen algunos ser el único altar en que los indios solían sacri­ficar. Tiene a la banda del sur, hacia la tierra firme, de la cual está a menos de un tercio de legua, un buen surgidero, limpio, y de buen fondo para navios medianos, que en tiempo de nortes, no pudiendo tomar a San Juan de Ulúa, se favorecen allí. Desta Isla de Sacrificios hacia la banda del nordeste, a poco más de media legua, está otra que se dice Isla Verde, porque de lejos parece deste color por las muchas ovas, y yérbécillas y cañas que en ella hay. En ésta se recogen muchas aves de la mar. En medio de las dos islas sobredichas, está otra isleta que dicen dé Pájaros, por la increíble cantidad dellos que en ella se recogen. Y crían en la propia arena, porque no tiene árbol ni cosa verde y, ansí, blanquea dende fuera. A una legua de San Juan de Ulúa, hacia la banda del leste, hay otra isleta que tendrá uña legua de boj, la cual se dice Isla Blanca, éñ la cual no hay otra cosa sino piedra de la que se cría en la mar, esponjosa, de la cual se sirven para el edificio de la fortaleza y forti­ficación de San Juan de Ulúa. Por entre todas estas isletas hay canales muy hondas, de cuarenta brazas de fondo, y mar por donde pueden pasar navíos de alto bordo y de mucho porte. Cinco leguas de San Juan de Ulúa a la banda del sudoeste, está otra isleta que se dice Isla Blanca de Antón Nizardo, porqué está enfrente de la dicha punta, apartada de tierra legua y media. Es de arena y tiene arrecifes de piedra, con que hace abrigo a los navíos que surgen nortesur con respecto a ella. Es lugar éste acomodado para se reparar en tfieinjpo de tormentas y nortes, por­ que tiene, en lo abrigado del arrecife, catorce y quince brazas de fondo, y estar el siiélo limpio por la parte que digo, que es la ban­ da del sur. Apartado desta Isla Blanca hasta media legua, comienza un arre­cife de piedras que se corre lesteoeste y dura hasta cerca del Rio de Alvarado, con que sé hacen en el camino tres canales hondábles de veinte brazas y más, que por cualquiera dellas pueden entrar grandes navios y abarcarse con los propios arrecifes por la banda del sur, por donde hay muy lindo surgidero para en tiempo de tormentas y norte, y muy buen abrigo y hondable y seguro de la mar, porque, por causa de los arrecifes, no.hay allí mar ningu ma, aunque haya tormenta. Llámase este lugar El Surgidero del Palo, por un palo grande que ,allí está. Hállase nordeste sudoeste con la Punta de Antón Nizardo y está a dos leguas de la tierra firme este arrecife, por la banda del sur.
Raw 49: Other Notable Features
Si los pilotos que vienen a la Nueva España en demanda del Puerto de San Juan de Ulúa, y con la fuerza del norte no pueden, tomar el dicho puerto, tuviesen entera y particular noticia destos arreci­ fes y surgideros que digo, se excusarían muchas pérdidas de navios y gentes, que acontecen, cada día en esta costa por no tener bien sabidos estos surgideros, y se salvarían muchas gentes y haciendas, como se salvó la nao almirañta donde venía Iñigo de Lozoya el año de 1577, que no se perdieron las navos de la flota de que era general don Gristóbal de Erazo; y este año pasado de 1578 se salvó Alonso Rodríguez de Noriegá de la flota del general don Alvaro: Manrique, y Juan Ginete, de la propia flota, y otros muchos navios que, por sólo traer pilotos desta costa, se han salvado; habiéndose perdido siempre los que no lo han sido, pues a bien librar, si les da un norte deshecho, han de varar en tierra, donde no pueden escapar de perdidos o ahogados.
Raw 50: Relacion Details
A los demás capítulos que aquí no se responde, no se puede, en lo tocante a esta ciudad de la Veracruz y su territorio, decir cosa notable, y, por eso, no serrata dellos. Alvaro Patino. Pasó ante mí: Nicolás de Robles, escribanó del cabildo. Licenciado Diosdado.
Notes
Alonso Hernández Diosdado, Bachiller licenciado médico; authored this Relacion.