Ixcatlan

Census Number
23
Date
1579
Year
1579
Book: Start
227
Book: VOLUME
2
Recipient Place: Lat/Long Simplified
40.352, 4.0852
Recipient
Recipient Place
Place: PROVINCE
Place: Region
Place: State/Town

18.148868, -96.486907

Raw 1: Province
A lo primero: llámase este pueblo Ixcatlan, que quiere, decir “lugar de algodón”. Y llámase ansí porque, de muchos tiempos atrás, viendo un famoso capitán que había falta de algodón, quisó dar orden en cómo se sembrase y, para regar las huertas de algodón, hizo abrir un cerro y minarlo de una parte a otra, como ahora parece, por donde quiso embocar un tío. Y, como no pasase el agua bien, salió muy alta esta mina, que tiene de largo (atraviesan toda la sierra) brazas de largo y veinte de ancho. Y llámase esta quebrada Oloitoc, que quiere decir “cueva redonda”, y está deste pueblo a tres leguas. Dentro de la cual están, en la bóveda della, pintados muchos despojos: macanas, dardos, flechas, arcos, y capacetes como los usaban, a manera de cabezas de patos, y huesos y calavemas. Y dicen algunos que, yendo allí a hacer sus areitos, ofrecían allí algodón, y de allí quedó este nombre, “lugar de algodón”, como quiera que este pueblo sea falto dél. Llámase, también, Temazcalapa, por ésta quebrada que es a manera de temazcai o baño, y aun el día de hoy le llaman algunos ansí.
Raw 2: Conqueror or Discoverer of Province
Fueron en su gentilidad libres por sí, que no reconocían a nadie, y que el único que los sujetó fue sólo Montezuma ; y viniendo el Marqués del Valle , envió a Rodrigo de Segura , y le sujetó y conquistó; y muriendo éste, quedó el pueblo a su mujer, la cual casó con Gregorio de Tapia y, por muerte de los dichos sin dejar heredero, se puso en cabeza de su Majestad.
Raw 3: Climate
El temple de este pueblo de Ixcatlan es frío y húmedo por estar en serranía, y muy falto de agua, que, si no son arroyos que en el tiempo de las aguas hay en algunas partes, no tienen otro de que proveerse- para la seca. Y, para esto, tienen muchos magueyes, que dellos sacan aquella aguamiel, y ésa beben el tiempo que del cielo les frita; aunque, a media legua deste pueblo, hay una fuente que todo el año corre. Y, de ordinario, en todo el año bate el norte aquí, aunque no demasiadamente, que no se pueda tolerar. Es pueblo y tierra muy seca y húmedo.
Raw 4: Geography
Es tierra áspera por ser, como es, todo serranía.
Raw 5: Native Population
En tiempo de su gentilidad fueron ocho mil indios, y más, y la causa de haberse acabado y consumido, según ellos dicen, es por sacarlos su encomendero de doscientos en doscientos cada mes y hacer esclavos, enviándolos a las minas, donde quedaban la mitad muertos, y los demás se huían por no sacar el oro. Y los que ahora pueden haber quedado, son trescientos y tantos, poblados los ciento y cuarenta en la cabecera, y los demás repartidos en tres estancias o pueblos, llamados, el uno, Nocpala, que quiere decir “hoja de tuna” y el otro Tecopango, y el otro Coyula, qué quiere decir “lugar de cascabeles”: todos están bien ordenados y con buen asiento de pueblos, fijos y trazadas sus calles y casas a su modo, y, al parecer, que permanecerán.
Raw 6: Elevation
Es la lengua destos, en toda la provincia, chochona, y hablan muy pocos la general mexicana.
Raw 7: Distance to Spanish Settlement
Este pueblo es del distrito y gobernación de México y está de la ciudad de México a cincuenta y ocho leguas.
Raw 8: Difficulty of Journey to Spanish Settlement
Está este pueblo, de la ciudad de Guaxaca, a veinte y dos leguas, poco más o menos, y de la ciudad de los Ángeles, a leguas; y a la una y a la otra tiene por ambos lados: la una, al oriente, y, la otra, al poniente. Y las leguas no son muy largas ni de mal camino, viniendo o yendo por el camino real, que es lo más llano y derecho.
Raw 11: Local Jurisdiction
Dista este pueblo de Ixcatlan, de la Alcaldía Mayor de Yanhuitlan, leguas hacia el sur y, aí norte, trece leguas del de Cuzcatlan; y a la parte del norte, del corregimiento de Teutitlan, seis leguas, y de el sur, el corregimiento de Cuicatlan, ocho leguas.
Raw 14: Local Hierarchy and Customs
En tiempo de su gentilidad; fueron de un gran señor llamado Quautzintecutli, hijo de Tzintecutli, y destos descendieron a señorear hasta los bisnietos y tataranietos. Y un hijo de Quautzintecutli fue vencido de Montezuma y, desposesionándole del señorío, les puso gobernador, aunque siempre mandaba al primer señor alimentar de la mitad de los tributos. Y, viniendo el Marqués del Valle, envió a Rodrigo de Segura, como queda dicho, que los conquistó. Y gobernaba a la sazón, y llevaba la mitad d e los tributos, el abuelo del que es ahora gobernador, don J uan de Santiago. Y lo que tributaban era oro en unos tejuelos de tamaño de un a hostia y, de grueso, poco menos de dos dedos. Y dábanle, cada año, cuarenta de aquéllos, fuera de otras cosas que pedían, como era gallinas, petates, cosas de caza, y otras a este tono. • Adoraban éstos, en su gentilidad, dos ídolos: el uno era dios de lee varones y, el otro, dios de las mujeres. El de los varones era llamado A catl, que quiere decir "caña”, y el de las mujeres era Ocelotl , que quiere decir “tigre”. Y para estos dos dioses tenían su templo en un monte, sobre el cual estaba un cu muy grande, de treinta varas en cuadra, y encima del cu o cepa, fundado, el templo de piedra y argamasa, cubierta la techumbre de muy grandes maderos de cedro. Y era el templo, bajo, como de dos estados y» en cuadra, como de veinte brazas: encalado, y toldado de mantas pintadas y labradas con plumas de patos, que llaman tomitl , y de pelos de liebres y de conejos, que decían tuchomitl. Eran los ídolos ambos de piedra verde, muy estimada entre ellos, y de dos cuartas, poco menos, de alto; y tenían pinjantes de oro vaciado y brazaletes de lo propio, y orejeras y bezotes, y estaban metidos en unos cestos aforrados en mantas que nunca en todo el año los sacaban, si no oca en las fiestas que celebraban, que eran cuatro; la primera llamaban malinaltzi, que quiere decir “la fiesta del torcer”, y era la fiesta del fuego o de la lumbre, porque llevaban unos troncos de madera y, con otro, otras puntas muy agudas. Y, torciendo en el otro palo, encendían lumbre y sahumaban con el incienso que tenían, que llamaban copali; y aquel fuego servía de quemar los sacrificios. Y esta fiesta era a entrambos juntos los dos ídolos, y poníanlos a vista del pueblo en sus altares de flores y rosas, sobre unos icpales o silletas. No había, entonces, ofrenda más que de regocijos, bailes y mitotes. Llamaban a la segunda la fiesta del ocelotl, que quiere decir "tigre”, en que sólo salía aquel ídolo y ofrecíanle palomas y tórtolas solamente, y, según dicen, en tanta cantidad que, de ocho mil indios, no dejaba de ofrecer ninguno. Y el que no podía ir, estando lejos, enviaba doblada la ofrenda, Era la tercera fiesta de acatl, que llaman “caña”, y, en ésta, el cacique y señor ofrecía él sólo, y no otro alguno, y la ofrenda era sólo un quetzal, plumaje verdé guarnecido de oro, y una paloma en una caña verde. Y llevaba estas dos cosas desde su casa, y acompañándolo todo el pueblo, hasta el templo, con mucho ruido de atambores y de jabebas, y cantos de alegría. Y este día daba el cacique, a todos los de su casa y a los grandes, de comer y vestir. La otra solemnidad era mayor y más principal, donde ofrecían hombres y mujeres, y perros y patos y codornices y papel. Y había una piedra en medio del templo, redonda como rueda de molino, y allí sacaban el corazón del desventurado, estando vivo, con unas agudas navajas, y el corazón llevaban a los ídolos y lo quemaban. Y había un agujero donde los echaban. Luego, aquel cuerpo estaba ya como santificado, y daban dél a cuartos, con gran reverencia, a quien querían los sacerdotes. La elección de los cuales era por autoridad del cabildo y de todo el pueblo, y tenían un sumo sacerdote que llamaban quaquihuitzin , qué era electo de los mismos sacerdotes y de todo el pueblo. No eran casados, ni se les permitía, ni salir del templo por ninguna vía, y, si alguno salía, era castigado, en especial si le tomaban en adulterio o en cosa de fornicio. Y esto castigaba, no el sacerdote sumo, sino el rey, de manera que él y ella morían a golpes en los cogotes, y después eran despedazados. Y para cumplir el número, que siempre había de estar cabal, que eran ocho (para cada ídolo, cuatro), queriendo cumplir el número, hacían su elección. Y, llamado el electo, le ponían las carnes del justiciado delante y le exhortaban a que no cayese en lo que su antecesor, si no quería venir a aquel desventurado fin. Y, si era casado, de allí se despedía de su mujer e hijos, que nunca más los veía. Y, si la mujer iba, como era costumbre, a la puerta á llamarle para que por ella ofreciese sacrificio, le castigaban como si fornicara. ‘ Y era ésta la costumbre: de que, cuando alguno pedia algo al dios a quien sacrificaba, era llevado al templo con la ofrenda para el ídolo y para el sacerdote, y, tomándolo de la mano, decía: “Acatl, ocelotl, pide esto y esto”. Y esto mismo hacía el que se quería casar iba al sacerdote y decíale su intento, y éste subíalo, un día de mercado o de fiesta, en un cú muy alto y decía a gritos: “Este se quiere casar”. Y sacaba una navaja, y rayale la barba y cortábale los cabellos. Y, bajando de allí, iba a escoger a la que estaba por casar, aunque fuese ilustre y principal o macegual, si no la escondían o la trasponían; y la primera con quien topaba era la legítima, y hasta cuatro o cinco eran como concubinas, que se las permitían. Había 'castigo para los ladrones, y recompensaban al agraviado con los bienes del justiciado. Y había castigo para todos los vicios, y nó para los sodomitas. Y, el que se hallaba cargado de. pecados, llevaba al templo ofrenda, y tantas cuantas veces iba y ofrecía, tantos pecados se le perdonaban. Y, hasta cumplir el número, no entraba dentro, sino desde afuera, y, el postrer día, entraba por mano del pontífice principal y éste le reconciliaba. El traje del pontífice era diferente del de los otros sacerdotes, y el de los sacerdotes diferente del de los principales, y el de los seculares principales distinto del de los maceguáles. El sumo sacerdote tenía puesto de ordinario un albornoz negro encima, con muchas borlas coloradas y una corocilla pequeña; los demás sacerdotes iban destocados, y los albornoces eran de papel de muchos colores y, los días principales, de mantas pintadas de colores, y de plumas y pelos de liebre. Los señores andaban con mantas pintadas y maxtles, o tira bragueros, de pluma, y sus orejeras o bezotes;, los maceguales, al tono, fuera de que no se les permitía cosa de pluma, ni pelos ni cosa de oro. Rescatábase, el oro en las ferias o mercados, y allí se vendían mantas, gallinas, perros, esclavos, oro, hachas y otras cosas. Y era el rescataroro, por mantas, por codornices, esclavos y hachuelas; por oro, petates. Y era de cinco en cinco días el mercado... El señor iba por línea recta. Y, cuando moría, llamaban a todos los vasallos y enterrábanlo en su casa propia, vestido de ropas dobles, con sus brazaletes y orejeras, y bezotes y cacles o cotaras, y con él enterraban vivo un criado suyo, el más querido, en unas bóvedas, poniendo primero el vivo, y encima dél al difunto, y luego muchas mantas, jicaras, frutas, gallinas, patos, venados y otras cosas ricas, como piedras, oro, plumas de papagayos e incienso. Y ésta era el modo de enterrarse, cada uno en su casa. Y los sacerdotes, en el templo, con sus vestiduras. Y hacían a los diez días las obsequias de los maceguales y, de los principales, a ciento y setenta días. El modo de testar era decir, al tiempo que morían, como dejaban tales y tales cosas, y perros y gallinas, para los del templo.
Raw 17: Health of Land
Las enfermedades ordinarias de que estos naturales adolecen comúnmente son: catarro, tos y calenturas. Y el reparo que para esto tienen es sólo sangrarse de las sienes, por consejo de algunas mujeres y hombres que llaman tizitl, que quiere decir “médico” y éstos sangran o dan bebedizos de yerbas molidas. No hay ya entre ellos de los herbolarios que solía haber antiguamente.
Raw 21: Notable Geographic Features
Hay en este pueblo aquella quebrada notable y mina, que arriba dijimos para saber cómo se llama este pueblo, en el capítulo primero.
Raw 22: Wild Trees
Hay en toda esta tierra, ansí en las visitas como en la cabecera, muchos morales de que se beneficia la seda; hay otros que llaman quauhxiotes, que quiere decir "árboles de lepra”, y éstos tienen la corteza como lepra de acá, que es ordinaria, llamada xiote , que es a manera de empeines que traen el cuero apostillado. Y estos árboles son en dos maneras, y ambos apostillados como el tronco del madroño, aunque las postillas muy amorosas y blandas: unos son blancos, y otros colorados, y destilan de sí una goma que, la de los blancos, es buena para retener las cámaras, y estriñe en gran manera bebida y desleída; y el colorado echa una goma amarilla que corrompe en gran manera. Hay otros árboles de esta comarca, que su raíz y parte del tronco, estando seco, parécese en el olor y en el color a lináloe de lo muy fíno. La goma es conocida y muy apropiada para dolores de cabeza.
Raw 23: Domestic Trees
De los árboles de España, de frutas, sólo se dan membrillos y granadas.
Raw 25: Food Crops from Spain
Benefician la seda en esta provincia, y cógese en ella como cantidad de cien libras cada año, poco más o menos.
Raw 27: Animals
Hay en estas montañas leoncillos pardos y tigrillos pequeños, venados, coyotes, que son a manera de las zorras de España, y tejoncillos, que llaman en su lengua pizotl.
Raw 30: Salt
Hay cerca deste pueblo, a seis leguas, unas salinas de que se proveen los indios de sal, y falta en este dicho pueblo el algodón, como queda dicho en el capítulo primero.
Raw 33: Farms
Los tratos destos naturales son, de ordinario, hacer petates y tejerlos, y la seda, aunque pocos; y hacen tanates a manera de cestillos. Y el mayor trato que hay entre ellos es éste, y beneficiar los magueyes, y sacar miel y venderla, y de allí pagan sus tributos.
Raw 34: Diocese
La diócesis es del obispado de Guaxaca, llamada por otro nombre la ciudad de Antequera; y tiene esto por beneficio en clérigo llamado Pedro Ruiz Suárez. Está la diócesis, deste pueblo, a veinte y dos leguas no muy grandes y los caminos, aunque bien abiertos, ásperos y desabridos.
Notes
Gonzalo Velázquez de Lara authored this Relacion.